Cuando vuelvo a mi
entorno
y veo que todo sigue igual.
Las plantas en su sitio.
La alegría del color de las flores
contrastando
con mi insípido interior.
Me entran ganas de huir.
Fugarme , desaparecer.
Y buscar un sitio
donde realmente pueda existir
al menos y como mínimo
un sólo pétalo
de mi alma.